¿Quién eres y por qué creaste esta página?
Soy psicóloga clínica y una apasionada por el tema de la anorexia. En el año 2015, por circunstancias inesperadas, me encontré de cabeza aprendiendo acerca de la anorexia y su tratamiento. Mi indignación con la ignorancia generalizada en el mundo ‘profesional’ respecto de los trastornos de la conducta alimentaria me ha llevado a crear esta página, para permitir a padres, madres, familias y cuidadores a encontrar de manera más rápida la información que, con mucha probabilidad, le salvará la vida a su hija o hijo.
Mi hijo/a está sufriendo de síntomas que sospecho son anorexia. ¿Qué es lo primero que debo hacer?
Primero, asegúrate de que tu hija/o esté medicamente estable, es decir, que no haya riesgo de muerte. Esto puede ser muy complejo de determinar si no eres un profesional de la salud, pues implica cerciorarse de que sus latidos cardíacos estén estables y no exista bradicardia (lentitud en los latidos del corazón), que esté alimentándose lo suficiente como para permitir que los sistemas del cuerpo puedan funcionar, entre otras cosas. Generalmente, la sospecha comienza mucho antes de llegar a este punto tan lúgubre, por lo que sugiero leer de principio a fin esta página para encontrar orientaciones de cómo comenzar el proceso de realimentación de tu hija/o. Idealmente puedas encontrar un profesional médico que tenga experiencia en el área y tenga la apertura suficiente para que le presentes evidencias que apoyen la mirada biológica-cerebral (con el paso del tiempo, contaremos con la mayor cantidad de evidencias posible en esta página). Por sobre todo, no pierdas la esperanza. También te invito a enviarme un mensaje directo si aún tienes dudas luego de revisar esta página (esto lo puedes hacer a través del formulario de contacto).
¿Por qué mi hijo/a no quiere comer?
Esta es una pregunta que no tiene una respuesta simple. Lo que se ha logrado demostrar es que la anorexia es una enfermedad muy similar a un Trastorno Obsesivo Compulsivo: básicamente, tú hijo/a tiene terror de comer. Su cerebro le indica que comer es lo peor que puede hacer, tanto así que incluso es preferible morir. Su cerebro, además, crea una sensación de satisfacción e incluso bienestar cuando no come. Esto refuerza la restricción. Existen muchas evidencias respecto del factor genético-cerebral en la aparición y mantenimiento de un trastorno alimentario (y que pronto compartiré en esta página). Recuerda que un cerebro desnutrido al borde de la psicosis no entiende razones ni lógica. Es necesario que tú tomes las decisiones por tu hijo/a en varios aspectos relacionados con la comida y el auto-cuidado.
¿Estás segura que funcionará este método con mi hija/o?
No. No puedo estar segura. Pero este método ha sido probado por miles de padres y madres en todo el mundo, y les ha funcionado. No existe ningún otro método avalado por la evidencia que tenga el mismo porcentaje de efectividad que el Tratamiento Basado en la Familia. Según mi experiencia y lo que he compartido con miles de otros padres y madres, los pronósticos más favorables suelen ser en personas en las cuales la enfermedad se ha detectado lo más temprano posible, interviniendo con rapidez. Un cerebro que ha sido sometido a la desnutrición durante varios años es un cerebro que pudiese parecer en desventaja, sin embargo, la ciencia ha demostrado que un cerebro realimentado es capaz de lograr completa normalidad. Jamás debes flaquear, ya que el método Maudsley es reconocido mundialmente como el tratamiento más efectivo frente a la anorexia. Además, existen evidencias de que la recuperación absoluta es posible a cualquier edad, independiente de gravedad y duración.